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Cómo conciliar el ayuno intermitente explicado por Bodega de los Secretos

El ayuno intermitente se ha convertido en una de las dietas de moda. Consiste en hacer ciclos entre períodos en los que se come y otros donde se ayuna. Las fórmulas más utilizadas son la 16:8 y 12:12. Algunos estudios sugieren que esta forma de alimentarse puede ofrecer beneficios como la pérdida de grasa, una mejor salud y longevidad. Pero, ¿cómo puede conciliarse con la vida social y comer o cenar fuera de casa? Bodega de los Secretos explica las bondades de esta técnica y cómo llevarla a cabo en verano

  • Ayuda a perder peso: Adentrarse en el ayuno intermitente implica pasar ciertos periodos sin ingerir alimentos, esto podría bajar la cantidad de calorías que se consumen al día y contribuir en la pérdida de peso, pero todo dependerá del tipo de nutrientes que se ingieran durante el periodo de alimentación.  El ayuno intermitente acelera el metabolismo, el cuerpo quema grasa más rápidamente y asimila mejor los nutrientes; por eso, es muy importante que estos sean los adecuados. Cuando se come fuera de casa es importantísimo elegir restaurantes de cocina saludable, como la mediterránea, con muchas opciones para elegir platos apetitosos y llenos de vitaminas.
  • No se destruye en músculo: El ayuno intermitente acelera el metabolismo, por lo que el cuerpo quema grasa y no músculo, como ocurre en otras dietas de adelgazamiento. Se pierde músculo cuando el cuerpo ha consumido los aminoácidos y el glucógeno y empieza a usar las reservas de proteína y músculo; pero, en el ayuno intermitente, se evita este proceso, ya que retiene más masa muscular que en un régimen hipocalórico. Por eso, es importante cumplir perfectamente los ciclos de ayuno e ingesta.
  • Mantiene el nivel de glucosa: El cuerpo humano está preparado para mantener estables los niveles de glucosa, por eso no es necesario comer constantemente. En el ayuno, se liberan sustancias como el glucagón y cortisol, que se encargan de utilizar la glucosa almacenada y dotar de energía al organismo. 
  • No afecta al rendimiento deportivo: Siempre que se mantenga el consumo de calorías necesario para cada deportista, así como los macronutrientes adecuados, no habría reducción en el rendimiento. Además, entrenar en ayunas favorece ejercicios de fuerza y es más efectivo para perder grasa.
  • Lo ideal es empezar de forma progresiva: con el tipo 12:12 y adaptar al organismo al tipo 16:8, el más popular. Los líquidos como los tés, infusiones o café solo no rompen el ayuno y ayudan a reducir los síntomas de mareo y agotamiento, porque mantienen al cuerpo hidratado.
  • En verano es muy común cenar fuera de casa: por ello, para respetar el tiempo de ayuno, se puede saltar el desayuno del día siguiente, controlando las horas entre una toma y otra.
  • Es importante que los platos que se elijan cuando se coma fuera de casa estén formados por verduras a la plancha o cocidas: las ensaladas son una opción muy saludable, pero controla el aliño. Lo más recomendable es aloe, vinagre, sal y especias al gusto.  Escoger pescados o carnes magras, siempre a la plancha, vapor o al horno.

Se puede acompañar la comida de una copa de vino tinto o blanco (eso sí, con mucha mesura) y evitar la cerveza que tiende a la hinchazón. ¿Algo mejor? ¡Nada de alcohol! Se puede pedir un refrescante y sabroso zumo de tomate o agua con limón o pepino.